Desde que dimos nuestros primeros pasos en el mundo del pádel, siempre hemos dicho que Cartri se caracterizaba por ser una verdadera familia, por ser uno de los grupos más unidos dentro de este maravilloso deporte… Y, dentro de nuestra ‘Familia’, podemos presumir por contar con el ‘Clan Rodríguez’, uno de esos ejemplos de que la pasión por el pádel no tiene ni tendrá límites.
Hace cuatro años que nuestros caminos se cruzaron y, desde entonces, Jesús, Yolanda, Nayara, Priscila y Eunice se han convertido en unas piezas muy importantes para el proyecto del Team Cartri… Y no sólo por lo que las ‘Mellis’ ofrecen dentro de las pistas en todos sus torneos sino que, lo son, por la entrega, la dedicación y el compromiso que muestran desde el primer minuto con nuestra marca.
A lo largo de todo este tiempo, hemos podido vibrar con las actuaciones y el crecimiento de Priscila y Eunice en el Circuito de Menores, guiadas desde el banquillo por su hermana mayor, Nayara. Ahora, a punto de dar el salto a las Categorías Absolutas, queremos presentaros más de cerca a una familia para la que el pádel ya es una parte imprescindible en sus vidas.
Pero, ¿cómo conocieron este deporte? Tal y como nos contó Jesús: «Tenemos una vivienda en la playa con 4 pistas de pádel. Cuando nuestras mellizas eran bebés, veíamos a los vecinos jugar horas y horas y nos decíamos entre risas que, cuando las niñas fuesen mayores y estuviesen en la piscina, nosotros podríamos jugar un partido. Así nació nuestra relación con este deporte, con vecinos. Al ver que no teníamos nada de técnica, tanto Yolanda como yo decidimos empezar a dar clases a primera hora de la mañana, justo después de dejar a las niñas en el colegio».
En ese sentido, Yolanda añadió: «Yo incluso recuerdo estar dando clases por la tarde con las niñas jugando en la pista de al lado. La verdad es que el pádel no tardó en pasar a formar parte de los cinco miembros de nuestra familia pero, por aquel entonces, no podíamos ni imaginar que, gracias a él, íbamos a lograr todo lo que hoy en día hemos formado».
Llegó un día en el que el profesor de Nayara les dijo que por qué su hija no comenzaba a entrenarse los sábados con un grupo de chicos de competición: «Pero no le escuchamos porque, en esos días, queríamos tener los fines de semana libres. El trabajo, los entrenamientos y el resto de facetas de la vida nos ocupaban mucho tiempo, por lo que necesitábamos descansar. Sin embargo, al ver que nos íbamos enganchando tanto, decidimos federar a las 3 niñas para que pudiesen empezar a participar en torneos. Lo fácil era que las mellizas jugasen juntas mientras que a Nayara teníamos que buscarle compañera».
Con respecto a la organización que hacen de las ‘tareas del equipo’, Jesús se encarga: «Del seguimiento del Ranking, de los torneos, fechas, viajes, los desplazamientos y de la puesta en marcha de los vehículos mientras que Yolanda se encarga de la parte de patrocinios, hoteles, maletas, equipajes, seguimientos con los monitores, etc. Por su parte, Nayara es la coach. Como es lógico, los cinco compartimos todo lo que tiene que ver con las competiciones«.
A la hora de hablar del papel que deben tener los padres cuando los hijos deciden comenzar a competir, Yolanda nos confesó: «Esa es la pregunta del millón. Los hijos tienen que jugar, divertirse… Pero lograr el equilibrio es muy difícil. Es cierto que el tiempo nos enseña a todos. Cuando se federan, al principio todo es muy bonito pero, cuando la competición entra en vena, ya es necesario templar muchos sentimientos. Soy consciente que a veces, sin querer, les podemos generar mucha presión. Es fácil decirles cosas desde fuera de la pista que, en ocasiones les impulsa pero que, en otras, les puede transmitir una presión innecesaria».
Jesús aseveró: «He vivido partidos en los que soy consciente que, sin mi presión, no se hubiesen ganado. Pero también sé que, en otros momentos, ellas se presionaban por lo que les decía. Como bien ha dicho Yolanda, el tiempo nos ha hecho entender que hay un nivel de pádel en cada jugador y que no existen los milagros. La constancia, la motivación y el apoyo firme de los tuyos suelen ser los mejores aliados«.
En estos últimos meses, Priscila y Eunice han dado un importante paso al frente en lo que a su nivel de juego se refiere. Jesús destacó: «Nadie les ha regalado nada. Sin ir más lejos, y por ponerte un ejemplo, este verano se han entrenado en Huelva y tenían que sacrificar muchas horas de playa por cumplir con su programa diario. Los días que no iban al club para hacer físico teníamos que estar un poco más pendiente ya que no siempre salía de ellas pero, por suerte, son chicas muy disciplinadas. Es por eso por lo que siempre digo que están en la posición que se han currado«.Muy orgullosa de lo logrado por sus hijas, Yolanda manifestó: «La progresión que comentas es el cumulo de muchas cosas: Entrenamientos, sacrificios, confianza y, lo principal… ¡¡Ellas adoran el pádel!! Tienen en la mente ser jugadoras de elite. Ese es su objetivo, su motivación y creo que eso ya es más que suficiente. Con la certeza de que cuentan y contarán con el apoyo de su hermana y de sus padres, irán a tratar de hacer realidad ese sueño. A su vez, es una tranquilidad saber que tampoco faltará la implicación de nuestro gran patrocinador, Cartri, que está muy involucrado en su trayectoria y progresión. Al fin y al cabo, esto es trabajo de muchos».
Pues sí… Es un gran trabajo en familia y, tras haber conocido a los padres de este ‘Clan’, en los próximos días os presentaremos más de cerca a las Mellizas Priscila y Eunice… ¿Qué tendrán que contarnos?
Así es Cartri… Make your way!!!
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